Viñedo situado muy cerca de Peña Palomas, en la entrada norte de La Geria, con su singular sistema de cultivo de parras en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII. En primer término vemos la montaña del Caletón; tras ella, Montaña Negra y, a la izquierda, Montaña Colorada. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Conjunto de parras y otros frutales plantados en hoyos y protegidos por socos de piedra entre La Florida y El Islote, muy cerca de montaña Guatisea, que aparece al fondo. La imagen fue tomada por Nicolás Muller, un fotógrafo de origen húngaro afincado en España, considerado uno de los mejores autores de fotografía documental de su época.
Campesinos descargando la uva de la caja de vendimia del camello en Bodega La Geria. En segundo término vemos la ermita de La Caridad y, tras ella, el cortijo de La Geria, actualmente sede de Bodega Rubicón.
Campesinos descargando la uva de la caja de vendimia del camello en Bodega La Geria. En segundo término vemos la ermita de La Caridad y, tras ella, el cortijo de La Geria, actualmente sede de Bodega Rubicón.
Campesinos junto a un conjunto de barricas durante la vendimia en Bodega La Geria. Tras ellos vemos, a la izquierda, montaña El Chupadero y, al fondo, las Montañas del Fuego. El paisaje está dominado por el singular cultivo de parras en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya, y protegidas por muros de piedra semicirculares.
Campesinos fotografiados durante la vendimia en Bodega La Geria. Tras ellos vemos, a la izquierda, montaña El Chupadero y, al fondo, las Montañas del Fuego. El paisaje está dominado por el singular cultivo de parras en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya, y protegidas por muros de piedra semicirculares.
Higuera plantada en rofe y protegida por un gran soco semicircular de piedra seca en La Geria. En esta comarca, que quedó cubierta por enormes cantidades de ceniza volcánica, se cultivaron grandes extensiones de parras, convirtiéndose en una de las principales zonas vinícolas de Lanzarote, y uno de los paisajes agrarios más singulares del planeta.
Vistas de La Geria, comarca dominada por el singular cultivo de parras en hoyos, aprovechando las propiedades higroscópicas del rofe o ceniza volcánica procedente de las erupciones de Timanfaya, y protegidas por muros de piedra semicirculares. Se trata de uno de los paisajes agrarios más singulares del planeta. Al fondo vemos montaña Diama.
Campesinos descargando la uva de la caja de vendimia del camello en Bodega La Geria. En segundo término vemos la ermita de La Caridad y, tras ella, el cortijo de La Geria, actualmente sede de Bodega Rubicón.
Pista de tierra en el paisaje volcánico de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional. La fotografía fue tomada por un turista en formato diapositiva en la década de 1960.
Imagen del singular paisaje vinícola de Lanzarote, producto del ingenio del campesino insular al aprovechar agrícolamente el rofe expulsado durante las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII.
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